Ayné

Se acabó nuestra bonita historia de dos.

La verdad es que voy a echarte mucho de menos. No dejaré de verte en todas partes. Llegaré a verte incluso con otras y echaré tanto de menos sentir tu calor en mis manos, en mi boca, el humo que desprendes.

Te sustituiré por otro amor, quizá más descafeinado, quizá más dulce (como el chocolate), pero ninguno será comparable a tu sabor.

Amargo tirando a dulce. Así eres, así has sido siempre. Y eso que al principio no me gustabas. Me he hecho adicta a ti. ¡Te quiero tanto!

Pienso en ti todas las mañanas. Como me gustaría que vinieras con un zumo (de naranja) y unas tostadas a mi cama. Me haces tanta falta... y sin embargo, ¡maldito seas! ¿por qué me dueles en el pecho? ¿por qué me haces tanto daño?

Hoy he decidido que tengo que dejarte, por mucho que me duela.
Mi querido café con leche.


Etiquetas: , edit post
1 Response
  1. Anónimo Says:

    Estoy seguro de que se podrá encontrar un sustituto para los glotodesayunos de los domingos... ;D


Publicar un comentario