Porque soy sencilla. Porque me equivoco constantemente. Porque recibo tortas por doquier. Porque no pretendo ser quien no soy. Porque soy transparente. Porque creo en las segundas oportunidades. Porque no entiendo al destino. Porque lo último que pierdo es la esperanza. Porque sueño despierta.
Porque vivo en una nube. A veces blanca, a veces gris.