Todo empezó en mi coche, con una lima de uñas roja que encontré en el asiento del copiloto. Lima que delataba la presencia de mi madre... Siempre he pensado que es curioso cómo asociamos ciertos objetos cotidianos con las personas que conocemos.
Hoy quería hablaros del efecto que en mí tienen los caramelos de menta y el regaliz de Zara.
Hacen que al verlos les ponga nombre y apellidos. A veces, con mucho esfuerzo, incluso puedo volver a recordar sus caras...
...sus voces.
Se lo dije el domingo. No les recé. No sé si se debe. Sólo fui a decirles que había pensado en ellos. En los caramelos, y en los regalices. Que siempre lo hago. Que siempre me hacen sonreír entre lágrimas.
Les pedí que me cuidarán desde ahí arriba ahora que tanto les necesito. Les dije que les echaba de menos, y que les quiero.
Mucho.
Bonito...