Ayné
Una semana después. Mismo hotel, habitación 403...

...

Pues me gustaba más la 212, era más grande y de no fumadores.

A pesar de que en la calle el sol golpea con fuerza, en la habitación hace frío. No he traído ropa de abrigo y el mini-camisón de verano no ayuda demasiado. He intentado poner el aire acondicionado a calentar, pero no lo entiendo. Además, esta mediodía el telediario amenazaba tormentas para mañana. Y yo con ropa de verano, qué bien... Soy lista. Muy lista.

Tengo mucho sueño. Levantarse antes de las siete debería estar prohibido. Es demasiado tarde para una siesta y demasiado pronto para acostarse. El silencio entre estas cuatro paredes, al igual que mi camisón, tampoco ayuda. Hago verdaderos esfuerzos por mantener mis párpados en guardia, pero me cuesta tanto...

Pongo música. Lenta, no estoy para ruidos. Mis ojos se rinden ante las nanas de mi portátil.

Decidido, hoy no bajo a cenar.
1 Response
  1. Itzhak Says:

    ¡Ánimo que esta tarde ya estás en casa! ¿Cuántas habitaciones más que quedan por probar en Oviedo?


Publicar un comentario