Ayné


Es genial ponerme de puntillas, poder tocar el cielo con las manos, mirar arriba y ver los focos que iluminan mi cara. Gritar que aún queda mucho por vivir mientras me abrazas hasta casi ahogarme.


Saber que cuidar de las estrellas puede ser un buen castigo, recordar que a través de mi cabeza discutiendo a pleno grito el demonio está a mi derecha y a la izquierda un angelito.


Cantar hasta quedarme afónica la triste historia de un marinero... Saber que lo que me llevará al final serán mis pasos y no el camino.


Gracias Fito, por dos horas y media de felicidad. 
Eres MUY GRANDE.


1 Response
  1. Eneritz Says:

    Menuda poetisa que te tenemos hecha...


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